Se pueden activar mecanismos de lotería cívica desde cualquier nivel de gobierno (local, regional, estatal, etc.). Existen una multiplicidad de formatos que se pueden activar para responder a necesidades concretas y para que se adecuen al contexto particular. Recogemos aquí los formatos más usados:
- para resolver una cuestión compleja y concreta (donde localizar una infraestructura pública, saber si es necesaria su construcción, definir reglas de convivencia, etc.), lo recomendable es organizar un Jurado ciudadano. Suele estar compuesto por unas 25 personas, y suele reunirse en 5 sesiones presenciales de 8 horas durante 3 meses; cuesta entre 35.000 y 50.000 euros según la escala a la cual se organiza (local, estatal, etc.). El resultado puede ir al pleno/congreso o directamente pasar a referendo. Es probablemente el formato más usado. Se suele dar el ejemplo del Estado de Oregon, Estados Unidos, porque combina iniciativa ciudadana y jurado ciudadano, pero se han realizado jurados incluso en el País vasco en los años 90 (Núcleos de intervención participativa).
- para aportar respuestas a cuestiones transcendentales, de gran alcance en la opinión pública (Ley del aborto, matrimonio entre personas del mismo sexo, cambios constitucionales, etc.), se suelen organizar Asambleas ciudadanas. Están compuestas por entre 99 (Irlanda) y 300 personas (Canadá), incluso hasta 1.000 (Islandia). Suele activarse para que el grupo se reúna presencialmente una vez al mes durante un año o dos. Ejemplo más destacado: Irlanda.
- si se opta por un órgano permanente consultativo, el formato se parece a un jurado ciudadano pero la duración es más larga, entre un y dos años de duración, con sesiones de trabajo presenciales que se dan una vez al mes. Ejemplo: el Toronto Planning Review Panel.
- si se quiere introducir el sorteo en órganos permanentes existentes, existen propuestas considerando que las actuales segundas (o primeras) cámaras sean sorteadas; o que el porcentaje que se corresponde a la abstención sea provisto por personas sorteadas.
Para conformar una muestra estratificada desde un grupo sorteado, se suele proceder de las siguientes maneras:
- se envía desde la institución una carta de invitación a personas sorteadas en base al censo (para realizar el sorteo, se suele usar el mismo software que se usa para conformar las mesas electorales); si no se quiere o no se puede usar el censo, se envía una carta de invitación de manera aleatoria y no nominativa a direcciones repartidas geográficamente en el territorio de referencia; esta carta de invitación tiene que contener todos los datos que permita a la persona tomar una decisión (fechas, duración, procedimiento, condiciones materiales, etc.);
- las personas que reciben la invitación pueden aceptar o rechazar participar; si aceptan, tienen que contestar especificando los datos que se les pide (en general como mínimo género, edad, y localización geográfica; a veces nivel de estudios, profesión o nivel de renta; a veces también se piden datos que tienen que ver con la materia que se va a tratar) y que permite establecer posteriormente la muestra estratificada.
- un mecanismo bastante sencillo permite generar la muestra estratificada. Todo el proceso tiene que ser revisable y transparente.
Recomendamos varias guías que detallan metodologías y pasos a dar:
- Civic Lottery, redactada (en inglés) por Mass LBP en Toronto;
- Paneles ciudadanos, publicada (en castellano) por Marcin Gerwin desde Polonia;
- nos gustan también mucho las guías prácticas publicadas por tema (en inglés) por la NewDemocracy Foundation en Australia.
Imagen: Toronto Planning Review Panel.